UNA HISTORIA FRIKI: DEL RUNEQUEST AL DESTAPE
Hace MUCHOS años, allá por 1988, un servidor intentaba sobrellevar la pertinaz adolescencia de la mejor manera posible. Entre viejas inseguridades y nuevas y terribles certezas, mi carácter tozudo de hijo único sobrellevaba de la mejor manera posible una época tormentosa como pocas. En el mundo algo claustrofóbico de una pequeña ciudad de provincias, las personitas consideradas diferentes intentaban como podían sobrevivir al tedio cotidiano. No existía por aquel entonces el término “friki”, o por lo menos no había llegado a estos lares, por lo que la divergencia con la mayoría no conllevaba ningún orgullo y sí muchas collejas, así que uno acababa desarrollando una saludable tendencia a los placeres solitarios (no seáis malpensados… o tal vez sí, que tenía quince añitos muy mal llevados) y a mimetizarse con las sombras como un maestro ninja.
Esto es una caja roja y no lo de Nestlé, que es una multinacional muy chunga
En ese momento duro como pocos llegó a mi vida y a la de muchos como yo un nuevo entretenimiento: el rol. A algunos nos sonaba por una peculiar caja roja que había excitado (y dale) nuestra curiosidad en los estantes del centro comercial de turno. No lo sabía entonces, pero se trataba nada menos que del Dungeons & Dragons básico de Dalmau, mítico donde los haya, y que hoy en día está considerado poco menos que el santo grial de los roleros españoles (y que por cierto fue más o menos reeditada recientemente).
La caja roja me pilló demasiado jovencito y no logré convencer a quien gobernaba los dineros en mi casa para que me lo regalaran, ahuyentados tal vez los capitalistas por la agresividad del dragón de la portada. Pero esa frustración me la guardé bien dentro al ladito de una curiosidad que no hizo sino crecer con los años. Por eso cuando un lustro después cayó en mis manos un panfleto en el que otra empresa española, la extinta JOC Internacional, anunciaba la publicación del Runequest, La Llamada de Cthulhu y el MERP, decidí que tenían que ser míos ¡míosss, mi tessoro!
Extraña mezcla de rol y deseo en la mente de un adolescente
Y esta vez sí que los conseguí, por Crom. Todavía tengo fresco el recuerdo feliz de mí mismo con el Runequest firmemente protegido entre mis adolescentes brazos mientras mi por entonces ágil mente adelantaba salivando las grandes aventuras que iba a vivir gracias a esos librotes. Tenía tantas ganas de leerlos que hasta me los llevé a un campamento de ésos de verano en los que los chavales de entonces teníamos nuestros primeros escarceos con las criaturitas del otro sexo y las libaciones alcohólicas de escasa potencia. También veíamos arbolitos y animales de más de dos patas, pero eso como comprenderéis era secundario para la mayoría de nosotros.
Años después llegué a tener un grupo más o menos nutrido de jugadores a mi alrededor, e incluso fui miembro fundador de un efímero club de rol, pero como diría Michael Ende, ésa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.
Lo importante del tema es que ahora, VEINTISÉIS años después, una editorial va a publicarlo en castellano. No se trata de la misma edición que compré yo, la tercera, sino de una presumiblemente mejorada y remozada: la sexta. Si queréis saber más, un amable bloguero se ha pegado el curro del milenio para explicar toda la historia de uno de los juegos más salvajemente realistas de la fantasía épica y también, cómo no, las ventajas de ésta última edición respecto a las anteriores. Doctores tiene la Iglesia mejores que yo.
Mi primer amor de verano
En sí mismo el que una empresa española exista y lleve a cabo cualquier tipo de actividad en la situación actual de nuestro país es una heroicidad, pero que lo haga en algo relacionado con el rol traspasa lo mundano y se convierte en poco menos que un milagro termodinámico (siempre me ha gustado esa expresión, aunque ni pajolera idea de lo que significa). Partiendo de la base de que hay que ir a por dinero allí donde se maneja… ¿cómo lo han conseguido? ¿Les ha tocado un crédito bancario en una rifa? ¿Han atracado una joyería de la Milla de Oro? ¿Tienen el carnet del partido en el Gobierno? ¿El ministro de Cultura es su cuñado? Este último caso sería afortunadísimo porque según cuentan las porteras de mi barrio su cuñada sería la actual y millonaria secretaria de Estado de Educación. Esto último no está contrastado, ni ganas.
Puede ser un ministro, puede ser un rolero con un tessoro.
Lo que han hecho los valientes muchachos que se encuentran tras la traducción del Runequest 6 es apuntarse al crowdfunding, una manera de conseguir financiación que en las actuales circunstancias de restricción de crédito se ha convertido en la tabla de salvación de muchos pequeños emprendedores. Aunque ojo, sin alharacas.
Y para muestra, un botón. El amabilísimo diseñador de un juego de rol patrio, LA PUERTA DE ISHTAR, me dio permiso para publicar aquí las cuentas relacionadas con su propio mecenazgo. Ahí van:
Como véis, un negociaco en toda regla.
Pero no os asustéis, que no es tan malo. Como LA PUERTA DE ISHTAR también se puede adquirir física o digitalmente en tiendas reales y virtuales, al final la cosa se compensa bastante y ese rojo es casi seguro que desaparezca. Ahora bien, es evidente que el buen hombre no va a salir de pobre con esto.
En realidad, mi contacto profesional más cercano al crowdfunding ha sido curiosamente uno que fracasó. Fue hace un año, más o menos, y yo trabajaba por horas para una subcontrata de una subcontrata de una subcontrata de TVE (totalmente cierto: cosas del capitalismo de amiguetes) y recibí el encargo de cubrir el intento de un cómico algo pasado de rosca de volver a los escenarios. No hablaré del profesional en cuestión que bastante tiene con lo que tiene y nos concedió una amable entrevista, pero el reportaje me sirvió para constatar que el crowdfunding no es mágico y que si quieres que funcione… debes tener un proyecto, cuando menos, apetecible. Ahí lo dejo.
Imposible innovar: la mezcla del frikismo y el destape ya estaba en la red
LA ALIANZA REBELDE: UNA NUEVA ESPERANZA
Siguiendo en esta línea forzamos la metáfora: con el crowdfunding pasa lo mismo que con la Alianza Rebelde, que cae bien a todos menos a los que mandan… ¿y eso por qué será?
Será porque el crowdfunding se ha convertido en menos de diez años (el palabro surge, como pronto, en el 2006, aunque la financiación cooperativa es tan antigua como el capitalismo) en una alternativa real al crédito. Sobre todo, y esto es importante, para lo que ahora mismo no tienen acceso a él. Porque a ver, jovencitos/as… hay gente (o algo así) que sí tiene crédito, pero luego está la inmensa mayoría de los animalitos de dos patas a los que no les prestan ni atención.
Señores/a que no necesitan crowdfunding. Se lo hacen solos/a.
Será también porque su ambiente natural, su ecosistema, es internet. Son ya varias las plataformas que lo promueven y amparan garantizando además su final feliz, como en las peluquerías chinas de Barcelona. Porque la cosa va como sigue: un señor, señora, animal, cosa o colectivo tienen un proyecto y quieren llevarlo a cabo, como por ejemplo la traducción de un legendario juego de rol (ejem). Estos señores, señoras, animales, etc, van al banco. El director de sucursal, al que ahora mismo podrían sustituir por una grabación automática, que así está la cosa, se echa a reír discretamente y les dice que vuelvan con su mamá ¿Por qué? Porque ellos no gastan el dinero en tonterías.
No, qué va. Y menos en España (suspiro). Aquí ellos juegan a otra cosa.
Sin embargo estas mismas criaturitas celestiales que, obviamente, se mueven en la red como una araña por su tela -olé la metáfora- se van a una plataforma de crowdfunding, plantean su proyecto y si cumple unos mínimos requisitos, empieza la fiesta.
Muy por encima, hay una serie de reglas habituales para todas las plataformas: un proyecto con unas necesidades de financiación claras, un tiempo límite para conseguirlas y una serie de logros (sí, como en la Xbox) que se van desclasificando en función del dinero que aporta cada mecenas (o fondeadores, como dicen muy bonitamente en México) y/o del dinero conseguido en su totalidad.
Y si no se cumple el objetivo mínimo, pues aquí no ha pasado nada. El dinero no llega a cobrarse y el proyecto duerme de nuevo el sueño de los justos (me parece escuchar una risa diabólica de director de sucursal por ahí detrás). Alguien podría decir… ¿qué pasa si se logra el objetivo y al final los frikis éstos se quedan con la pasta y se van con ella al Caribe? Pues que puedes denunciarlos y exigir la devolución del dinero, melón, exactamente igual que cuando ese cantante tan guay y que tenías tantas ganas de ver se desmayó al principio del concierto. Y lo sé, porque me pasó, y ni siquiera hizo falta denunciar. En la práctica, lo que estás es reservando un ejemplar, servicio o espacio publicitario relacionado con el mecenazgo en cuestión, así que se genera la correspondiente obligación contractual ¡faltaría plus!
También en este post hay un amarillo el submarino es.
Además, como estos proyectos son eminentemente interneteros, hay una marcada tendencia a que versen sobre lo que interesa a la gente conectada. Por eso por ejemplo el pobre binguero se quedó en su casa mientras que el juego de rol legendario ya ha desbloqueado a estas alturas varios de sus logros. En realidad esto tampoco es que suponga una gran limitación. No hay más que echarle un ojo a los proyectos más exitosos de Verkami, por ejemplo, para ir a ver una película con Goya, ayudar a excavar un yacimiento arqueológico (algo que en otro tiempo le correspondía a las instituciones), fabricar una muy adecuada pandereta, o, mi favorito, fletar un señor submarino científico. Y por supuesto, un montón de discos, web series, etc. Y para muestra de su frikismo inherente, dos botones: el proyecto que más dinero ha recaudado en el mundo, y el que más ha recaudado en España (con reclamación de derechos y polémica incluidos, que para algo este es el país del Lazarillo de Tormes) son, respectivamente, un videojuego y un juego de mesa.
Señor esperando un crédito en España
EL IMPERIO CONTRAATACA
Así pues, el crowdfunding parece haber venido para quedarse. De hecho ha crecido de tal manera en nuestro país que el que esto suscribe es consciente del peligro de que se convierta en una más de esas burbujitas a las que tan aficionados somos en la piel de toro y que cuando explotan nos dejan para el arrastre. Gracias al Cielo, los próceres del lugar han visto el peligro en el asunto y se han puesto manos a la obra, aunque como suele ocurrir en estos lares probablemente han equivocado el tono, el objetivo y han entrado en el tema como un elefante en una cacharrería.
Rajoy ante la tesitura de meterle mano al crowdfunding.
El primer aviso, al menos en lo que a España se refiere, vino de un informe hecho público por el BBVA en julio del año pasado, curiosamente un mes antes de anunciar su propia plataforma del ramo. En él entre otras lindezas advertía de que “existe el riesgo real de que los bancos dejen de ser la fuente de financiación principal para los préstamos personales y las pequeñas empresas.” A buen entendedor…
¿Y qué pasa cuando el mago chasquea los dedos? Que el palomo sale de la chistera. No ha pasado mucho tiempo antes de que nuestro insigne Gobierno (o animal, o cosa) haya hecho caso del observador de artillería para lanzar la primera salva. El pasado 28 de febrero anunciaban un anteproyecto de ley para regular el sector en el que, a espera del obús más gordo que a buen seguro vendrá con la publicación en el BOE de la letra pequeña, ya avanzaba un par de… cositas.
La primera, limitar la cantidad a partir de ahora a 3.000 euros por proyecto y a 6.000 euros al año por plataforma de financiación. De esta forma en este país no habría ni Star Citizen, ni submarino amarillo, ni su puñetera madre.
Y la segunda, que las nuevas plataformas deberán tener un capital social igual o superior a 50.000 euros o, en su defecto, disponer de un seguro de responsabilidad civil con una cobertura anual de 150.000 euros anuales ¡A ver si aquí se va a meter a prestamista todo Cristo, con lo que ha costado dejar el sector en manos de Botín, Cofidís y compañía!
Las plataformas se agarran a una última esperanza, y es que el hecho de que el micromecenazgo sea considerado por las leyes españolas como una simple compraventa anticipada lo salve de este proyecto de ley que viene. Bueno… de ilusión también se vive. Sabiendo cómo las gastan Rajoy y sus muchachos se ve venir el proceso: ley brutal, recursos legales por parte de los afectados, resolución judicial de aquí a unos añitos y por el camino el sector se va al carajo. Si yo fuera de una de estas plataformas, me iría mudando a un servidor en Rusia, China o Burkina Faso por si las moscas.
Como veis, la banca española, que es quien manda aquí, se ha vestido del Perro del Hortelano, ha cargado el fusil y señalado el objetivo. The party is over.
El último en salir, que apague las luces.
NOTA POSTRERA.- Pocos días después de publicar esta entrada, me encontré con que habían lanzado otro crowdfunding para traducir la versión XX Aniversario de mi otro juego de cabecera. El muy distinto Vampiro La Mascarada, y en una muy distinta versión de micromecenazgo, porque lo han hecho directamente en la página de la editorial en lugar de en una plataforma previa. Imagino que da bastante igual.
¡Cuánta oferta y yo qué viejo (y parado)!
RENOTA REPOSTRERA.- Bueno, parece evidente que el ministro de Guindos (¡qué maravilloso apellido para un ministro de economía, casi tan bueno como Botín para un banquero!) ha leído esta entrada (¡ejem!) y ha reculado. También es probable que, como viene siendo habitual, se tratara de una filtración tipo globo sonda a la que tan aficionados son en este Gobierno. Ya sabéis, te aviso de que va a ser Guatepeor y luego reculo y pongo Guatemala, que era lo que quería colar desde el principio. Y encima todos contentos.
Me sigue chirriando que a las personitas individuales y pobres sí se les mantengan los límites antes descritos, porque como bien avisan en el artículo de EL PAÍS: «se mantiene esa paradoja de que un particular pueda comprarse un coche o invertir sin límite en Bolsa sin que nadie le pregunte, y en cambio reglamente una actividad que apenas financió una decena de proyectos en 2013. Más de uno ve detrás de tal celo al lobby de los bancos.»
De todas formas esperaré a actualizar del todo a que se publique la ley de marras, porque como he adelantado por ahí arriba hasta que no esté publicado en el BOE y examinemos con lupa y diccionario la letra pequeña no sabremos a qué carta quedarnos.
Ahí van las últimas novedades:
‘Crowdfunding’: de la desilusión a la esperanza
El ‘crowdfunding’ no tendrá límites para los inversores profesionales
Estaremos al tanto.
BIBLIOGRAFÍA
COSAS ROLERAS
Sobre el D&D de Dalmau: http://playitagainsamrpg.blogspot.com.es/2009/12/el-baul-de-los-recuerdos-dalmau-carles.html
El crowdfunding de marras: http://www.verkami.com/projects/8555-runequest-6
Gran blog sobre rol en general y Runequest en particular: http://frikoteca.blogspot.com.es/
Blog del creador de LA PUERTA DE ISHTAR: http://www.other-selves.com/
LA ALIANZA REBELDE
Cifras del crowdfunding en 2012: http://www.elblogsalmon.com/sectores/el-crowdfunding-movio-2-700-millones-en-todo-el-mundo-en-2012
¿Dónde está el dinero? Josef Ajram en SALVADOS: http://www.youtube.com/watch?v=KEB2IZju8ag
Listado de plataformas de crowdfunding en España: http://www.universocrowdfunding.com/principales-plataformas-crowdfunding/
Plataforma de crowdfunding Verkami: http://www.verkami.com/
Otros proyectos roleros: http://runequestredux.blogspot.com.es/2014/02/kickstarters-roleros.html
EL IMPERIO CONTRAATACA
El BBVA marcando el camino:
http://www.consumocolaborativo.com/2013/11/05/bbva-research-la-banca-amenazada-por-el-crowdfunding/
http://www.blogbbva.es/friends-family-la-plataforma-de-crowdfunding-de-bbva/
Y el Gobierno siguiendo el rastro: http://www.eldiario.es/canariasahora/premium_en_abierto/crowdfunding-punto-mira_0_255825037.html
Vasos Comunicantes 